Científicamente hablando

El topacio es un mineral del grupo de los silicatos, subgrupo de los nesosubsilicatos.

Su composición es: Al2SiO4(F, OH)2, pudiendo contener trazas de hierro, cromo, magnesio y titanio. 

Sus colores son variados, del incoloro a blanco, azul, verdoso, marrón amarillento, naranja, rosa, rojizo, violeta, marrón.

Tradicionalmente hablando

Este mineral se conoce desde la antigüedad. Su nombre surge del griego topazos, nombre atribuído a ciertas gemas del nombre griego de la isla Zabargad en el Mar Rojo. Plinio el Viejo contaba que el topacio fue descubierto en el siglo I, a lo largo de las costas egipcias. 

Esta piedra estaba considerada como la piedra de los nobles; era sinónimo de prosperidad y riqueza, de grandeza a la vista de los demás. Estuvo en el origen de los descubrimientos de tesoros enterrados.

La leyenda cuenta que era utilizada para los problemas oculares, y era considerada también una piedra de santidad, de nacimiento, de amor.

Energéticamente hablando

El topacio es calmante, es una piedra de comunicación fluida, calmante. Igualmente, comunica la alegría, la generosidad, el compartir. Conduce a la autorealización, a soltarse. Favorece la honestidad y la sinceridad.

El topacio ayuda a la claridad de espíritu, a sobrellevar los problemas eventuales y a solucionarlos con más facilidad. 

Es una piedra de estabilidad.

El topacio azul tendrá una acción más específica sobre el chakra 5, la garganta. Los otros topacios tendrán una acción específica, suplementaria, en función de sus colores: el verde para el corazón, el amarillo para el chakra 3, el marrón para el anclaje...