Científicamente hablando

El zafiro es una variedad gema del corindón que puede presentar múltiples colores, a parte del rojo (que designa sólo al rubí).

Su composición química es Al2O3, óxido de aluminio. Sus colores pueden ser: azul, amarillo, rosa, verde, blanco, anaranjado y multicolor. El zafiro es una piedra preciosa.

Los zafiros pueden clasificarse según su color:

zafiro azul y otras variantes próximas, del verde al violeta

zafiro rosa, con una fuerte concentración de cromo

zafiro naranja-rosado: Padparadscha, específico de Sri Lanka

zafiro estrellado, que presenta un fenómeno de refracción de la luz en múltiples direcciones.

Tradicionalmente hablando

El nombre de zafiro viene del griego sappheiros o "piedra de color azul", o del hebreo sappir, o sea, "lo más bello". Algunos lingüistas proponen que la palabra deriva del sánscrito santi priya, "caro a Saturno": en las creencias hindúes, el zafiro estaba consagrado al planeta Saturno.

Los persas antiguos creían que la Tierra reposaba sobre un zafiro gigantesco y que su reflejo daba el color azul al cielo.

En el antiguo Egipto y en la antigua Roma, estaba considerado como la piedra sagrada de la verdad y de la justicia.

Durante siglos, y hasta el siglo XIII, al lapislázuli también se le llamaba zafiro. Los griegos lo conocían bien y lo llamaban huakintos, nombre dado al iris azul violáceo. No fue hasta primeros del siglo XIX que el zafiro es identificado como una variedad del corindón.

El zafiro fue venerado, sobre todo, en los países asiáticos y, en particular, por los budistas. La piedra es consagrada a los dioses y es muy reputado por producir un intenso deseo de plegaria y meditación.

Simboliza la integridad, el amor y la fidelidad, y ha devenido popular en los anillos de boda. También simboliza la seguridad y el coraje.

Energéticamente hablando

El color azul está ligado al chakra de la garganta; por lo tanto, el zafiro azul será una gran ayuda para comunicar con sinceridad, seguridad e integridad.

Es una piedra muy espiritual: invita a la meditación y a la devoción. El zafiro tiene propiedades muy próximas a las de la azurita y del lapislázuli, de espiritualidad de alto nivel. Desarrolla las facultades extrasensoriales, la imaginación y la creatividad.

Todas las leyendas convergen en un mismo sentimiento de amor, de verdad, de sagrado. Gracias a su irradiación potente, el zafiro es capaz de elevar nuestra alma hasta el reino de lo Más Alto.

En ningún caso la información y el asesoramiento que propone MINERAL SWEET serán susceptibles de substituir una consulta o un diagnóstico formulado por un médico o un profesional de la salud.