Científicamente hablando

El cristal de roca está compuesto de dióxido de silicio, de fórmula SiO2. En este mineral se pueden hallar trazas de distintos elementos como aluminio, litio, boro, hierro, manganeso, calcio, sodio, etc. Se presenta en forma de grandes cristales incoloros, coloreados o ahumados en forma de cristales microscópicos de aspecto translúcido.

Tradicionalmente hablando

La expresión "cristal de roca" designa al cuarzo hialino (transparente como el vidrio). La etimología de la palabra cuarzo no es evidente. La primera hipótesis la relaciona con la palabra quaterz o quaderz, que en el siglo XVI designaba a los minerales de mala calidad. Otra hipótesis es la contracción de la palabra alemana gewärz (gema).

Según los chamanes, es la piedra de la sabiduría y de la clarividencia. Facilita los estados de meditación avanzados y permite que el espíritu se evada.

Los patricios romanos se servían de bolas de cristal de roca para enfriarse las manos en verano: el cuarzo es, en efecto, un excelente conductor térmico.

Simboliza la serenidad y la longevidad.

Energéticamente hablando

El cristal de roca es un potente amplificador energético que activa los chakras, fluidifica la circulación de las energías y recentra los cuerpos sutiles de nuestro envoltorio energético.

Nos servimos de este canal para meditar; su transparencia la convierte en una piedra de elevación, de claridad mental. Es un canal de luz.