Científicamente hablando

El cuerpo simple del cobre es un metal que es llamado cobre nativo. Su composición química es Cu. Presente de forma natural en la corteza terrestre, el cobre en pequeñas dosis es esencial para el desarrollo de cualquier forma de vida.

Tradicionalmente hablando

El cobre marrón-rojizo es muy utilizado como conductor de energía calórica o eléctrica. Está asociado al simbolismo del rojo y del verde.

Simbolismo del cobre nativo: el rojo es el color de Marte, el planeta del dios del mismo nombre; mientras que el verde es el color de Venus, planeta de la diosa Venus-Afrodita. En la mitología grecolatina, Marte y Venus son amantes. El cobre naturalmente rojo se vuelve verde por oxidación húmeda, es decir, por el agua, el elemento de Venus. Estos dos colores son complementarios.

La historia mediterránea antigua del cobre está íntimamente ligada a la isla de Chipre, que tardíamente se llamó, en griego antiguo, Κύπρος: en esta isla se empezaron a explotar minas de cobre y cobre nativo, hecho que permitió que algunas civilizaciones humanas prosperaran.

Energéticamente hablando

El cobre nativo, por su gran conductibilidad, se utiliza también desde un punto de vista etéreo y psíquico. En este ámbito, favorece la circulación de la energía a través de los chakras hacia las alturas. Es un buen elemento para favorecer la capacidad de comunicar con "el otro mundo". Toda piedra engarzada en cobre o utilizada con cobre posee un campo de energía mejorado. El cobre mejora incluso la energía de la plata y del oro.

El cobre ha sido considerado durante largos períodos metal de curación, en particular para la artritis y los reumatismos.

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