Científicamente hablando

La calcedonia es un mineral compuesto de cristalitas de cuarzo de medidas comprendidas entre 50 y 100nm3 dispuestas en fibras. Se trata de una fase del silicio. Su fórmula es un dióxido de silicio (SiO2). Forma parte de la familia de las ágatas. Su color puede ser azul, gris lechoso azulado o malva pálido.

Tradicionalmente hablando

Su nombre viene de Calcedonia, en el Bósforo, Asia Menor, y deriva del griego Χαλκεδον o Χαλκηδών, o sea khalkedon. Su nombre se debe a que se descubrió este mineral en este lugar.

Para los romanos, la piedra calcedonia era muy conocida y utilizada cotidianamente. La llevaban porque creían que favorecía la palabra y la elocuencia. Parece ser que Cicerón llevaba una calcedonia en cada una de sus intervenciones en el Senado romano.

Para algunas culturas, la calcedonia era una piedra sagrada.

Es el símbolo del amor materno.

Energéticamente hablando

Desde tiempos antiguos, la calcedonia era muy apreciada por la fluidez que aportaba a la elocuencia y que facilitaba el hecho de tomar la palabra.

Hildegarde de Bingen recomendaba esta piedra por sus múltiples virtudes, que calmaban la susceptibilidad, el enervamiento y la cólera.

Es útil en las ocasiones que demandan presencia de espíritu, y muy apreciada en las situaciones novedosas que perturban emocionalmente.

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