Científicamente hablando

El amonites es un fósil (derivado del substantivo del verbo latín fodere : fósil, literalmente «el que es buscado»), el resto de un animal o de un vegtal (concha, cáscara, hueso, diente, semilla, hojas, esporas, polen, plancton, microorganismos), generalmente mineralizado.

Los fósiles y los procesos de fosilización son estudiados principalmente dentro de la paleontología, pero también en la geología, la prehistoria humana y la arqueología.

Los Amonoides, más comunmente denominados amonites, son moluscos que forman parte de la clase de los cefalópodos. Los Amonites poblaban la tierra y los oceanos ya en el período devoniano. La concha está hecha inicialmente de aragonita.

La aragonita es un mineral compuesto de carbonato de calcio CaCO3.

Los amonites poblaron los mares durante aproximadamente 330 millones de años.

La concha de los amonites se fosiliza perfectamente a causa de su estructura calcárea resistente.

Tradicionalmente hablando

Desde la prehistoria, el hombre ha encontrado numerosos fósiles, restos de organismos petrificados por los minerales que los reemplazaron o que han conservado su envoltori exterior.

El nombre amonites viene del dios Amón, más comunmente conocido como Júpiter, los cuernos de macho cabrío del cual evocan la concha abollada y en espiral del amonites.

El amonites, por su forma, simboliza la evolución.

Algunas creencias del pasado:

Los egipcios lo asociavan al dios Amón y los hindúes a Vishnu.

Los griegos colocaban un amonites bajo la almohada para tratar el insomnio. También creían que impedía perder la visión, la impotencia y las mordeduras de serpiente. En Europa le atribuían poderes curativos y de experimentar visiones.

Los magos pensaban que poner un amonites bajo la almohada favorecía el tener visiones.

En Alemania los llamaban "dragones de piedra" y los utilizaban contra la mala suerte.

En Australia los aborígenes los llevaban como amuletos, ya que consideraban que los amonites reforzaban los poderes mágicos.

Los indios Pies Negros los usaban en los rituales que precedían a la caza. También creían que encontrar un amonites antes de realizar un largo viaje era una buena señal.

Tambien era muy valorado por los chamanes Navajo.

Energéticamente hablando

Por su historia, el amonites es una piedra portadora de fuerte energía terrestre. Nos ayuda a fijarnos a la cotidianidad, y en la meditación nos ayuda a tener los pies firmes en el suelo.

Su forma nos muestra el movimiento: como ir por nuestro camino en evolución constante.

Por su estrecho vínculo con la tierra y el agua, aumenta la resistencia a las adversidades y la vitalidad; armoniza las emociones, regula los sentimientos, es tranquilizador; al mismo tiempo que nos ayuda a mantenernos firmes sobre el suelo, nos permite relativizar las cosas.

En ningún caso la información y el asesoramiento ofrecidos por la empresa MINERAL SWEET serán un sustituto de una consulta o un diagnóstico formulado por un médico o un profesional de la salud.